Una nueva historia se escribe en Venezuela. Después de 17 años de hegemonía chavista, la oposición tiene mayoría absoluta en la Asamblea. Durante el acto de posesión hubo boicoteo contante por parte de los parlamentarios chavistas.
Henry Ramos Allup, nuevo presidente de la Asamblea nacional Constituyente dijo: «Antes Dios y ante la patria juró cumplir con la Constitución y las leyes de la República. Si así lo hiciere, como lo voy a hacer, que quede constancia; si no, que la patria y el pueblo me lo demanden».
La minoría chavista acudió a la Asamblea con dos órdenes específicas: evitar la proclamación de los 112 diputados opositores y obstaculizar la sesión. Finalmente asistieron 109 de la Unidad Nacional y 54 chavistas. Faltaron los cuatro diputados de Amazonas (tres opositores, uno oficialista), suspendidos por la sentencia de la Sala Electoral del Tribunal Supremo. «La decisión burocrática del Poder Judicial no está por encima de la decisión del pueblo», se defendió el nuevo presidente.
Ante una orden de Diosdado Cabello, los chavistas abandonaron el recinto de la Asamblea sin ser investidos como diputados.
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