Notas al magen: Por José Neira Rey. Columnista.
1.- Dentro de los muchos recuerdos, que en su extensa dedicación a la radio, dejó en Cúcuta, Alberto Piedrahita Pacheco – el excelente locutor, de voz y tono incomparable y ejemplar – fue el avance llamativo e ilustrativo, con el que se dieron –por muchos años, en la Emisora La Voz de la Gran Colombia – los cortes de programación, cuando sucedía un hecho o acontecimiento especial.
Sí, ese “EXTRA, EXTRA, EXTRA, interrumpimos este programa, para presentar, una noticia de Ultima Hora “, ubicaba de inmediato la atención y generaba la expectativa por saber, lo que estaba sucediendo, a cualquier radio escucha, que captara, la enunciación de ese llamado.
La grabación de esa presentación- con su correspondiente despedida – recuerdo, que ocurrió, cuando en una visita que realizó a Cúcuta con Julio Arrastía Bricca, nos ofreció ese servicio, como un aporte a la frontera y al Campanario de la Libertad, por la emisora colombiana y fronteriza, más comprometida con la integración y el hallazgo de entendimientos y acciones, que proyecte, la relación colombo-venezolana, en cualquier momento.
2.- La radio, que cuenta entre sus registros a personalidades de amplia y positiva referencia, tendrá siempre a Alberto Piedrahita Pacheco, como un hombre de tonalidades imborrables, que logró labrar su tarea con pundonor y siempre tratando de estar en los primeros lugares, porque el futbol, el básquet y el ciclismo , que fueron sus preferencias-tanto en lo nacional, como en lo internacional –fueron moldeando su espíritu y su capacidad de observación y de trabajo, sobre los altibajos de las competencias, cuyos competidores, siempre aspiran a los lugares insignias.
3.- En compañía de todos los miembros, que en la región hacen parte y son integrantes de esa compañía sonora y motora- como es la radio y en sus diferentes manifestaciones y expresiones –nos unimos y estrechamos vínculos, para exteriorizar los sentimientos de amistad y aprecio, que en vida generó, este locutor – y, gran amigo -, que supo comprender la importancia y trascendencia de los mensajes hablados y de las buenas expresiones, según los momentos y ocasiones.
Anhelando, que la radio colombiana, prosiga su prodigioso avance y que en sus vivencias y proyecciones, sigan surgiendo resultados, como Alberto Piedrahita Pacheco, quien de Padrino –como algunos lo llamaban – pasará a la nominación de Patriarca, por sus títulos y honores obtenidos, en 83 años de existencia.