José Neira Rey, conocedor del tema integracionista entre Colombia y Venezuela, sugiere la creación incentivos, estímulos y mecanismos, surgidos de auténticas políticas de Estado, para dar aliento y vida Parques Industriales y Tecnológicos o a Zona Francas Especializadas y/o a Una Zona Aduanera Especial, para crear empleos , tecnificar la producción y aprovechar nuestras ventajas comparativas dentro del entorno continental y como consecuencia de esa mutua colaboración.
Esto es lo que dice Neira Rey:
1.- Hay personas, que sin analizar realidades, ni medir o pulsar situaciones que inciden o generan acciones colaterales, lanzan juicios y conceptos, sin tener en cuenta elementales discernimientos, sobre lo que significan y representan Colombia y Venezuela, vistas no solo dentro del contexto Latinoamericano, sino por su historia y mancomunidad de intereses, que los liga y proyecta.
Y, anotamos lo anterior, porque hay personas que no evalúan, el grado de vecindad y la importancia de la colindancia limítrofe, entre las dos naciones. Además, no tienen en cuenta, ni proyectan, que por su cercanía y características geológicas, son múltiples las igualdades de productos, así como no pocas las valencias que pueden hallarse, si hubiese una mayor penetración en los desenvolvimientos y desarrollos del ser humano colombiano o venezolano.
Pero, lo que más olvidan, es que quiérase o no, gústenos o no , Colombia y Venezuela, por un mandato de la conformación terráquea y de la configuración socioeconómica y hasta política –no obstante las diferencias, que son observables y registrables, en los últimos tiempos y como producto de la libre determinación –están llamadas a convivir, con estrechamiento de vínculos y a jugar un papel en la historia, como lo precisan y determinan hasta los primeros pasos y las paginas vividas de la Conquista, Colonia e Independencia, que vivieron, incluyendo las experiencias de la República, con todas las variables y altibajos.
Dudar o no creer, que Colombia y Venezuela, pueden estar convocadas para jugar un papel estelar en el proceso integracionista y cooperacioncita, que determina ese compartir, con estrechamiento de vínculos, que precisan y determinan sus fronteras y el grado de coparticipación al que se puede llegar, es, simplemente, no observar, ni captar el valor, de la real y positiva vivencia colombo-venezolana.
2.- Por eso, cuando ahora se mencionan las opciones que podrían surgir si Colombia y Venezuela, como argumentaba y exponía el Libertador Simón Bolívar, establecieran una Faja de Terreno, para administrar conjuntamente y en ella –con Incentivos, Estímulos y Mecanismos, surgidos de auténticas y ejemplarizantes políticas de Estado, se diera aliento y vida a Parques Industriales y Tecnológicos o a Zona Francas Especializadas y/o a Una Zona Aduanera Especial, para crear empleos , tecnificar la producción y aprovechar nuestras ventajas comparativas-las opciones, que se abrirían, dentro del entorno Continental y como consecuencia de esa mutua colaboración y asistencia, no tendría parangón, en esta zona del mundo.
3.- Y, vale, anotarlo sin temores, dudas o negativos supuestos. Una apertura, hacia el trabajo y labor conjunta o compartida, que pueda surgir a escala internacional entre Colombia y Venezuela, sería de enorme trascendencia, por la ubicación geopolítica y las opciones y alternativas que surgirían, dado el despertar que se insinúa a nivel Pacifico y Atlántico. Y, la justa y más anhelada expectativa, para millones de trabajadores, de uno y otro país, en el hallazgo y logro, de lo que vivamente ansían y esperan. Además, la confirmación, de la visión histórica y profundamente realista y analítica de nuestro común Libertador: Simón Bolívar.
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